DÍA DEL JUICIO FINAL: 19 DE OCTUBRE EL PAÍS ELEGIRÁ ENTRE KRUEGER O JASON

Bolivia, acostumbrada a ir de pesadilla en pesadilla, despertará el lunes 20 de octubre en los brazos de uno de los dos personajes (candidatos) que volverán a arruinarle la vida. Con una resaca de 200 años, se preguntará qué hizo con su vida. No existe gran diferencia entre las propuestas de Quiroga (Krueger) o Rodrigo (Jason). Mientras siente el olor a cloaca de su nuevo acompañante, se preguntará cómo es que volvió a entrar en la pesadilla de unos desquiciados cuya única propuesta es venderlo todo. Léase regalarlo todo. Léase, regalarse a sí mismos todo.

9/27/20252 min read

DÍA DEL JUICIO FINAL: 19 DE OCTUBRE EL PAÍS ELEGIRÁ ENTRE KRUEGER O JASON

Bolivia, acostumbrada a ir de pesadilla en pesadilla, despertará el lunes 20 de octubre en los brazos de uno de los dos personajes (candidatos) que volverán a arruinarle la vida. Con una resaca de 200 años, se preguntará qué hizo con su vida. No existe gran diferencia entre las propuestas de Quiroga (Krueger) o Rodrigo (Jason). Mientras siente el olor a cloaca de su nuevo acompañante, se preguntará cómo es que volvió a entrar en la pesadilla de unos desquiciados cuya única propuesta es venderlo todo. Léase regalarlo todo. Léase, regalarse a sí mismos todo.

La mujer cierra los ojos para no ver, pero ya es tarde.

“¡Ahora soy tu novio!”, “ven con Freddy”, “te voy a partir en dos”, le dice el monstruo con su aliento pestilente.

La particularidad de ambos (Krueger y Jason) es que lograron atravesar la delgada línea entre el sueño y la pesadilla. No solo cazan a sus víctimas, sino que juegan con ellas. Sus cuchillos y machetes no son herramientas que causan la muerte, sino que son instrumentos de tortura física y psicológica.

Ambos se acusan de hacer guerra sucia, pero la verdad es que no saben otra manera de hacer política.

“Se farrearon la plata”, dice tuto Quiroga, sin presentar ni una sola prueba de lo que afirma. Y lo dice el político (tuto) que fue parte de un gobierno que saqueaba las arcas del Estado en medio de la peste del covid. Mientras los perros se comían los cuerpos que las familias habían dejado en las aceras, ellos hacían negocios con los respiradores.

A dónde fue a parar la memoria.

En qué momento nos convencieron que lanzarnos al vacío era la mejor opción.

Luis Arce, dice que buscó hasta el último la unidad. Es verdad. Pero eso fue después de que comenzó a inventarles juicios, perseguir y encarcelar a los tipos con los cuales debía unirse.

Luis Arce, en su infinita ingenuidad (estupidez), creyó que los votos de noviembre de 2020, le pertenecían.

La única lección de esta historia de terror, es que el país debe aprender a no dormir, ni a descuidarse, porque en el sueño también está la pesadilla.