¿BOLIVIA EN MANOS DE DIOS?

El pasajero camina de un lado a otro, busca, atolondrado, espacio en las largas filas que se agolpan en el interior de la Terminal de Buses de la ciudad de La Paz, sede de gobierno. La respuesta en las ventanillas de las empresas transportadoras es la misma: “solo saldrán buses cuando carguen diésel”.

7/15/20252 min read

¿BOLIVIA EN MANOS DE DIOS?

El pasajero camina de un lado a otro, busca, atolondrado, espacio en las largas filas que se agolpan en el interior de la Terminal de Buses de la ciudad de La Paz, sede de gobierno. La respuesta en las ventanillas de las empresas transportadoras es la misma: “solo saldrán buses cuando carguen diésel”.

La escasez de este combustible no solo limita el trabajo a los transportistas, sino a cientos y miles de pasajeros que se encuentran varados a la espera de la señal para adquirir un pasaje. El Estado deslinda responsabilidades, levanta las manos, en medio de la peor crisis económica, social y política que haya atravesado Bolivia, en los últimos 25 años.

Cuando voces clandestinas anuncian que un solo bus va a partir con rumbo a la ciudad de Cochabamba, y de ahí tendrán que hacer trasbordo hacia la ciudad de Santa Cruz, salta otra noticia peor. El costo del pasaje subió de 120 a 190 bolivianos para el primer tramo. Para el segundo tramo el costo subió a 290 bolivianos. Las lágrimas no se contienen. Familias que requieren trasladarse en busca de empleo o negocios lanzan sus equipajes al suelo, como si arrojaran sus esperanzas. El dinero no alcanza.

Este tipo de dificultades están ocurriendo en el cotidiano de mucha gente y la reacción del gobierno es dejar todo “en manos de Dios”, según sostuvo el Ministro de Minería, Alejandro Santos. Mientras tanto, resulta cada vez más difícil viajar, movilizarse en las ciudades y no se queda ahí. La canasta de alimentos se duplicó o triplicó en algunos productos, y en algunos casos escasean como el aceite, el pan de batalla y el arroz. Según algunas estimaciones, la inflación alimentaria es la más alta de Sudamérica (24%).

A un mes de realizarse las próximas elecciones, el último estudio Delphi de la Fundación Fredrich Ebert determina que el 93% de encuestados avizora que el conflicto social puede agravarse en los próximos meses y 62% siente incertidumbre hacia el futuro.