BICENTENARIO: 200 AÑOS DE MENTIRAS DE HISTORIA NACIONAL
Una sociedad que, a los 8 años de edad, empieza perdiendo tres guerras en una clase de ciencias sociales que los profesores de primaria bautizaron como “pérdidas territoriales”, se debe a sí misma una explicación verdadera, ¿qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Por qué no teníamos buques de guerra en la contienda del pacífico? ¿Por qué había tan pocos bolivianos en Pisagua, Calama, Antofagasta…?
7/28/20253 min read


BICENTENARIO: 200 AÑOS DE MENTIRAS DE HISTORIA NACIONAL
Una sociedad que, a los 8 años de edad, empieza perdiendo tres guerras en una clase de ciencias sociales que los profesores de primaria bautizaron como “pérdidas territoriales”, se debe a sí misma una explicación verdadera, ¿qué pasó? ¿Por qué pasó? ¿Por qué no teníamos buques de guerra en la contienda del pacífico? ¿Por qué había tan pocos bolivianos en Pisagua, Calama, Antofagasta…?
Después de la guerra del pacífico, los historiadores inventaron que el día de la invasión chilena “era carnavales y que nuestros gobernantes estaban de fiesta”.
Lo que los historiadores olvidaron decirnos, es que los gobernantes de Bolivia estuvieron de fiesta, prácticamente desde el día de la fundación. Una resaca descomunal acompañaba sus días de champagne francés, cerdos y vacas holandesas, y poemarios italianos.
17 de agosto de 2025: Ahora que el país se prepara nuevamente a entrar en una noche oscura de la mano de las logias, de Caín y de Abel, volveremos a perder la batalla cultural, la batalla por el sentido común, la batalla por la verdad.
Ahora que el país, gracias a un prejuicio racista, se prepara a volver a perder soberanía, incluso hasta el punto de su propia autodestrucción, caben unas palabras a manera de réquiem para un niño ciego que pide limosna en las calles desiertas de la Villa Imperial.
PADRES DE LA PATRIA
De los 48 Asambleístas, que el sábado 6 de agosto de 1825 fundaron Bolivia, sólo dos participaron en la larga guerra de la independencia; José Miguel Lanza y José Ballivián. De 150 jefes guerrilleros, sólo sobrevivieron dos, la mayoría ha muerto en combate o ha sido decapitado.
Sin haber participado jamás en ninguna batalla, un grupo de “patriotas de última hora” va a apropiarse de los destinos del país. En “La asamblea de los Representantes” quienes ocupan las mejores butacas, son doctores, hacendados, mineros, comerciantes y antiguos funcionarios de la corona; ninguna mujer, ningún indígena.
Estos devotos de la ocasión, al enterarse de la derrota del ejército realista, cambian rápidamente de bando, de discurso y de bandera.
La historia los conoce como “los doctores doble cara”. Los abogados de la Universidad Pontificia San Francisco Xavier; sin haber hecho méritos, reciben de regalo un país; escribirán sus nombres con mayúscula en la historia que no ayudaron a construir. Los comandantes guerrilleros, Eusebio Lira, Huallparrimachi o Chinchilla, serán olvidados. Charcas no escribirá sobre ellos.
Para congraciarse con este ejército de patriotas recientes, el nuevo gobierno les entrega tierras, pero éstas no son tierras baldías, no están despobladas, las habitan varios pueblos, entre ellos, los quechuas, aimaras, matacos, guaranís. Así arrancan 200 años de historia de despojos.
LA PRIMERA CONSTITUCIÓN
EI Articulo 14 de la primera Constitución de Bolivia, señalaba que para ser ciudadano era necesario “Saber leer, escribir... y tener algún empleo”. La mayoría de quienes habitaban la inmensa extensión de aquella patria reciente; no sabían ni tenían.
A lo largo de la historia nacional, el ámbito donde se construye ciudadanía, constituirá una práctica reservada a las élites.
Quienes se llenan la boca con el regreso a la república, deben saber que la república los aborrecía.
Si los elementos constitutivos de un Estado son el Territorio y la Población, Bolivia nace como un país desierto. Una gigantesca heredad de 2,3 millones de kilómetros cuadrados, de montaña, selva y costa; nace despoblada.
Junto a la primera Constitución nacen también las naciones ocultas. La nación oficial jamás se refiere a ellas. Esta sombra medieval habrá de perseguirnos hasta nuestros días.
LA NACIÓN MÁS PRÓSPERA
Aunque resulte tedioso y reiterativo, cabe decir que entre los países que obtuvieron su independencia entre 1810 a 1825, Bolivia se presentaba como uno de los más prósperos.
Quizá por aquella razón, los primeros días de la independencia, los habitantes del sur del país (tarijeños), entre pertenecer a la Argentina o pertenecer a Bolivia, eligieron pertenecer a Bolivia.
En aquellos años (1825), la población del territorio que hoy comprende Bolivia era superior a la que habitaba Argentina. Doscientos años después (2025), la población boliviana es casi cinco veces menor que la población de Argentina.
Aquella sociedad obscena, enferma de ostentación y despilfarro, sólo dejó a Bolivia el oscurantismo de sus iglesias, sus palacios, sus prejuicios. La clase gobernante letrada y culta, desperdició el capital moral y las glorias de la guerra de la independencia, a cuya sombra debió crearse una verdadera aristocracia boliviana, pero se dedicó a la jarana y al pillaje. Estas son las características esenciales de la casta, que se encomienda a sí misma, la conducción del país. Y así nos fue.
Dado que la mentira es la columna vertebral de la república de Bolivia, debemos honrar a nuestros verdaderos héroes y heroínas, honrarlos con la verdad.
“Porque la memoria nos salva de la humillación”.
Continuará …